Estaba leyendo una serie de frases celebres y me llamó la atención esta: "Nunca hagas una pregunta si sabes que no te va a gustar la respuesta". Me llamó la atención porque encierra dos conceptos casi contrapuestos, es decir el hacer preguntas por un lado y el que no me gusten las respuestas por el otro.
En el primer caso uno simplemente hace preguntas, no es que sepa de partida las respuestas. Si se saben las respuestas de antemano, entonces me pregunto: ¿Para qué preguntar entonces? Las preguntas son simplemente preguntas, y son las respuestas las que abren nuevas posibilidades y nuevos mundos, ya que cada respuesta viene de alguien con una mirada diferente del mundo y eso enriquece mi visión del tema en el cual basaba mi pregunta.
Por otro lado si no me gustan las respuestas es que no manejo bien mi inteligencia emocional, ya que las tomo como critica o juicio hacia mi forma de pensar el tema en cuestión. La madurez requiere escuchar las respuestas con apertura y como aportes al tema planteado. Al personalizarlas es cuando entro al terreno de interponer mis emociones, y eso nubla mi escucha, ya que las interpreto como criticas o juicios.
El tema da para mucho más, pero no quería dejar pasar la oportunidad de mencionar el cuidado que debe tenerse al leer frases celebres declaradadas como tales por alguien sin cuestionarlas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario