viernes, agosto 28, 2009

El arte de ser feliz

Para ser feliz no hay una sola receta. Las posibilidades son tan amplias como personas existen.

Vivir es, entre otras cosas, forjar proyectos y llevarlos a cabo. Vamos “haciendo” nuestra vida conciente o inconscientemente de acuerdo a esa búsqueda de felicidad. Por eso tiene tanta importancia nuestra pretensión vital, aquello que cada uno le pide a la vida y procura conseguir por todos los medios.

Somos felices en la medida en que alcanzamos aquello a lo que aspiramos. El problema es que muchas veces eso no sucede, porque aspiramos quizá a demasiadas cosas. Parecería que estuviésemos condenados a una perenne frustración, ya que la realización de esa felicidad es siempre insuficiente.

No debe confundir felicidad con placer, el placer en su mismo disfrute se termina de inmediato, o sea se desvanece. Por otro lado es necesario diferenciar la necesidad de tener "deseos" para poder cumplirlos y ello hacernos felices, pero para ello se necesitan las "ganas", ya que ese el motor para cumplir los deseos. Si solo tenemos ganas y no apuntamos aun deseo, nos moveremos en la inmediatez de los placeres y no en la satisfacción de los deseos.Si solo tenemos deseos y no ganas, nos frustramos por no cumplirlos y no vemos al movilizador que tengo que tener en mi para cumplirlos, o sea las ganas.

Pero existe una manera más realista de considerar esa felicidad. Atribuimos un excesivo valor a nuestras pretensiones, a nuestros proyectos e ideales últimos y no al camino que realizamos para alcanzar esa felicidad. Cuando la felicidad en nuestras vidas aparece siempre con “miras hacia el futuro”, surgen las frustraciones y amarguras. Pero si atribuimos valor al camino que hacemos por alcanzarla día a día, vivimos ahora esa felicidad, la que se presenta como realización de un deseo inmediato.

Basta con empezar apreciando y valorando lo que tenemos, sea el trabajo, la familia o el propio desarrollo personal. Este modo de enfocar la cuestión permite que respondamos afirmativamente a las preguntas acerca del sentido de nuestra vida, tales como si merece la pena vivir o qué sentido tiene la vida y por lo que hago cada día. La búsqueda de la felicidad en todo orden de cosas no debería nublar nunca el gozo de las pequeñas felicidades cotidianas donde, por lo demás, se realiza buena parte de la felicidad a la que aspiramos.

Por eso sinonimo de regalo es "presente", ya que el futuro nunca llegará, ya que siempre está por llegar, el pasado, ya pasó,es preterito, y por lo tanto vivimos un eterno presente. Si lo vivimos como un regalo entonces lo valoramos de manera diferente, y seremos felices.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario