¿Estoy dispuesto
a cambiar mi estilo de vida en función del futuro del planeta?
Cuando veo la
cantidad de desperdicio que se genera en cualquier casa y en particular la mía,
me aterra pensar que mis nietos y sus hijos podrían no sobrevivir en un
ambiente de contaminación tan grande que haga invivible el planeta.
Recién tomé
consciencia de ello al leer una parte del libro “Presence” de Peter Senge, Otto
Scharmer, Joseph Jaworski y Betty Sue Flower donde relatan una conversación en
casa de Otto donde analizan el miedo que les causa la necesidad de un cambio
tan profundo y por otro lado lo poco que se avanza en la transformación
personal para que ello suceda. Entonces me pregunté lo planteado en el título
de este artículo, y partió una conversación con mi esposa al respecto de que
podemos hacer en nuestra casa para por lo menos comenzar con el proceso y que
nuestros nietos vean que es posible cambiar de estilo de vida a uno que
minimice el desecho y que también opte por el reciclaje permanente en todo lo posible
sin cambiar la calidad de vida que tenemos, solo cambiando algunos hábitos,
como por ejemplo: beber agua y/o jugos preparados desde frutas naturales y de
beber bebidas de fantasía hacerlo con envases retornables y así sucesivamente
comenzar a cambiar incluso llevando bolsas de genero al supermercado para
evitar las de plástico, y un montón de otras cosas que irán apareciendo a medida
que avancemos en el proceso de aprendizaje de minimización de desperdicios.
Entonces ¿Por qué
no tenía consciencia al respecto si veo tantas noticias de desastres naturales
generados por el cambio climático y la tremenda contaminación en algunas
ciudades? Por la típica desidia de que ese es problema de otros y no mío, ya
que en la ciudad en que vivo todavía no es un problema agudo sino más bien de
vez en cuando.
¿Por qué no soy
capaz de ver el todo sino solamente la parte que me afecta a mí y mi entorno
cercano? Es porque no tengo consciencia del todo, es decir que soy parte de
esta nave que vaga en el espacio infinito y que se llama tierra y en la cual
por ahora estamos condenados a vivir todos juntos y si no hacemos algo tanto en
lo personal como en lo colectivo ese futuro infernal se hará realidad.
Entonces, ¿Solo
basta que yo y mi familia hagamos algo al respecto? No, debemos concientizar lo
que más podamos a los círculos de amistades cercanas de modo de infectar al
resto en este proceso transformador, lento pero seguro. Y a su vez que ellos
infecten a otros y generados una reacción en cadena.
Te invito a
pensar al respecto y a tomar acciones en consecuencia.
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