jueves, octubre 29, 2009

Productividad: las metas, la priorización y el manejo del tiempo

Las ultimas semanas he estado trabajando con un grupo de ejecutivos sobre el manejo del tiempo y su importancia en la productividad, tanto personal como grupal, y he utilizado el sistema de priorización y metas de Brian Tracy, un especialista que lleva mas de 25 años trabajando sobre el tema del manejo del tiempo en los seres humanos y como esto condiciona no solo su productividad sino también su felicidad y todo tipo de relaciones tanto personales como laborales. A continuación les describo lo que él manifiesta sobre como desarrollar un sistema que te lleva a cumplir las metas que te propones paso a paso.

Paso 1: Decide exactamente lo que quieres.
Sea específico hasta el último detalle. Las metas vagas y generales no conllevan energía y rara vez se llegan a cumplir porque nunca sabes cuando las lograste. Si tu meta tiene que ver con dinero, deberás especificar la cantidad exacta que deseas ganar.

Paso 2: Escribelas.
Una meta que solo se queda en la mente es una mera fantasia.

Paso 3: Establece una fecha limite para lograrla.
Las fechas te mantienen enfocado y crean un sentido de urgencia para la realización de tu meta. Además con una fecha límite la mente inconscientemente se programa para que las cosas sucedan con mayor rapidez.

Si tu meta es a largo plazo, fija una serie de metas intermedias (anuales, mensuales o semanales) para que puedas continuamente medir tu progreso y corregir el rumbo en caso de ser necesario.

“Cualquier meta, no importa lo grande que sea, pude lograrse si la partes en suficientes pedazos pequeños”, Henry Ford.

Paso 4: Haz una lista de todo lo que puedas hacer para lograrla.
Entre mas larga sea tu lista, más emocionado y motivado estarás para lograr tus metas. Tu mente ahora esta reconociendo todas las posibilidades que existen para lograrlas. Te estas enfocando en la solución y no en el problema.

Paso 5: Organiza tu lista por secuencia y prioridad.
La secuencia determina el orden de las tareas y su prioridad su nivel de importancia. Cuando tienes tus tareas organizadas de esta manera - tienes un plan. Haz tus tareas en orden y por nivel de importancia y estarás pensando y actuando en un nivel muy por encima de la gran mayoría de las demás personas.

Paso 6: Toma Acción.
La razón principal por la cual algunas personas logran el gran éxito es porque toman acción y actúan sobre sus metas. Los que fallan siempre encontrarán excusas para postergar su actuación hasta que finalmente su energía y deseo se han ido y ellos están de vuelta donde empezaron.

Paso 7: Haz algo TODOS LOS DIAS que te acerque a tu meta mas importante.
Hazlo los 365 días del año, aunque sea algo sencillo como leer 10 minutos sobre ese tema. Debes desarrollar la disciplina para trabajar en tus metas diariamente para que sea tan normal y natural como respirar. Porque en esencia la sensación de acercarnos a nuestras metas es como oxigeno y necesitamos hacerlo si no, sentiremos que nos estamos ahogando en el conformismo

Sigue las recomendaciones de Brian Tracy y te aparecerá tiempo disponible, ya que será mas productivo, no para trabajar mas sino para la familia, los amigos, la diversión, la educación, etc y por ende serás mas feliz.


domingo, octubre 18, 2009

Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela...

Algunas veces nos pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca habrías realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón. Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte... Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los límites de tu persona y la fortaleza de la misma. Sin estas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa, sin ningún sobresalto. Una carretera que no pone a prueba nuestras habilidades o destrezas de manejo, y por lo tanto estamos cómodos y relajados y se nos va el tiempo, que es la vida misma.

La gente que conoces y te relacionas con ellas afecta tu vida; las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres. Inclusive se puede aprender de las malas experiencias. Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.

Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, le das las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza y de tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.

Si alguien te ama, ámalo tu también no porque él o ella te ame, sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas de la vida. Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender de todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento. Entabla una conversación con gente con quien no hayas dialogado nunca, escúchalos y presta atención. Todo lo que se hace o no se hace en esta vida tiene consecuencias, por lo tanto en vez de que te pasen elige tú lo que quieres que te pase.

Permítete vivir a fondo, liberarte y poner pasión en todo lo que hagas. Mantén tus objetivos y metas altas porque tienes todo el derecho de hacerlo. Repítete a ti mismo que eres una persona magnífica y créelo sinceramente; si no crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.

Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela...

jueves, octubre 08, 2009

¿En que mundo quiero vivir?

¡Vaya pregunta!-
Veamos. Tal parece que hacer una pregunta como esta supone que uno puede escoger el mundo que vive… ¿o no?

Si somos escépticos al respecto y pensamos que nos tocó vivir el mundo que vivimos y que nada podemos hacer para cambiarlo (o muy poco), el que nos hagamos esta pregunta nos puede resultar inútil, frustrante o doloroso.

Si somos optimistas al respecto y pensamos que uno construye el mundo que vive (o al menos participa en su construcción), hacernos esta pregunta es muy necesario, importante o liberador.

Unos y otros corresponden a la visión de la mayoría de quienes se enfrentan a una pregunta como ésta.

Por lo pronto, reconozcamos que el hacernos esta pregunta, ya sea que la escuchemos desde una u otra posición, es entendible dadas las situaciones que a diario golpean nuestros sentidos: la violación de menores, la detención o asesinato de un sacerdote, la toma de un hospital, la guerra y el terrorismo, el hambre y el abandono, la destrucción de la naturaleza, la extinción de animales y plantas, la aparición de nuevas enfermedades, la violencia en los colegios, los avances tecnológicos, el abuso de drogas y alcohol, la violencia intrafamiliar, la cesantía y el trabajo de menores, el crecimiento poblacional y la contaminación, la corrupción y la delincuencia, la pobreza y la avaricia. Estos problemas y muchos otros nos revelan un mundo que nos conmueve y nos duele.
Querer vivir algo distinto es un grito de humanidad sea cual sea nuestro escuchar.
El mundo que vivimos surge con nuestro vivir y convivir en las conversaciones en que participamos y realizamos con otros seres humanos.
No podemos escaparnos de la comprensión de que somos nosotros mismos quienes generamos el mundo donde habitamos con otros. Y lo hacemos no desde una racionalidad como nos enseña esta cultura, o de concebirse como un ser adaptativo al mundo que le tocó vivir, sino desde la comprensión que son nuestros deseos y por ende nuestras conversaciones las que nos hacen vivir y convivir de determinada manera.
Por tanto la pregunta ¿Qué mundo queremos vivir? implica una apertura a la reflexión, a la autoconciencia humana de verse a sí mismos en la generación, conservación y transformación del tipo de mundo y modo de vida que deseamos vivir con los demás. Esto también nos abre a la responsabilidad social y ética, no como discurso sino en las propias prácticas cotidianas y conversaciones del vivir y convivir, en la casa, con la familia, en el trabajo, en la comunidad, en el barrio, etc.
Por lo tanto somos parte ya solo con el convivir con otros en que vamos cosntruyendo el mundo en que queremos vivir con nuestras conversaciones cotidianas, que al parecer no son tan triviales como paracen a primera vista.